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Nuestra historia

HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL ROCÍO DE CHUCENA.

La Hermandad de Chucena ostenta el número 22 entre las diocesanas de Huelva y el número 90 (el 91 cuando fue aceptada) entre las filiales de Almonte. La cercanía de esta localidad a  la aldea del Rocío hace suponer que la devoción de los chuceneros hacia la Blanca Paloma les llevara desde muy antiguo a visitar su templo y su Romería, aunque habría que esperar hasta 1994 para que fundara su propia Hermanad. Hubo ciertamente varios intentos, a mediados de los pasados años sesenta y, con más brío, en la década siguiente, coincidiendo con la incorporación de la Hermandad de Paterna del Campo, que siempre hacía su paso a través de Chucena. De todas formas, los chuceneros acudían cada año a la Aldea, unos acompañando a otras hermandades y otros de forma individual o familiar, prácticamente mal pertrechados y un poco a la aventura de Dios (nunca mejor dicho), pero siempre con el anhelo de estar junto a la Blanca Paloma. Aún hoy son recordados ciertos nombres, ciertas familias chuceneras que fueron los verdaderos promotores de la devoción  a la Virgen del Rocío y que no faltaban ningún año a la cita. Los orígenes de la Hermandad como tal hay que buscarlos en 1989, con la fundación de una Asociación Rociera legalmente reconocida por las autoridades eclesiásticas y su erección como Hermandad sólo cinco años más tarde, amadrinada por la Hermandad de Pilas.

El Simpecado de Chucena es el resultado de un magnífico trabajo llevado a cabo en 1991 por el bordador local D. Rafael Polo Gil utilizando hechuras y cortes clásicos con el terciopelo azul como fondo y el bordado barroco de diseño propio combinando oro, lentejuelas y flores, todo ello enmarcando una imagen de la Virgen del Rocío sobre lienzo, a semejanza de los Simpecados más antiguos, obra pictórica de gran plasticidad y belleza realizada por el pintor sevillano D. José Romero Benítez. Un bello Simpecado que Chucena lleva hasta el Rocío en una humilde carreta de madera realizada por D. Pedro Guzmán Bernal en Bollullos de la Mitación en 1992 y  recubierta de madera labrada  en Sevilla, el mismo año, por Carpintería Religiosa S. L. de  D. Manuel Caballero Farfán. La medalla chucenera representa a la Virgen del Rocío con atributos de Reina, obra del valenciano Ricardo Sanchís, rodeada por hojas de acanto y roelos, y bajo la media luna a sus pies, dos cartelas, una con el emblema del Ave María y otra con el escudo municipal; entre ambas se alza la torre de la Iglesia Parroquial de Chucena, coronada por una estrella en simbología con la Patrona local, y todo ello timbrado por la corona real borbónica.

Como dato de especial relevancia y curiosidad, recordar que aunque, como se ha dicho, la Hermandad chucenera no es oficialmente reconocida como tal hasta 1994, por deferencia tanto del Obispado de Huelva como de la Hermandad Matriz de Almonte, su Simpecado asistió a los actos celebrados en Huelva en 1992 con motivo de los Congresos XVIII Mariano y IX Mariológico, así como a la Misa de Clausura en el Rocío, donde estuvieron presentes S.S.M.M. los Reyes de España; y, lo más insólito e importante para el rociero de Chucena: en 1993 estuvo presente en la Ermita del Rocío durante la ya histórica visita de S.S. el Papa Juan  Pablo II (q.e.p.d.) recibiendo la bendición de su Santidad, en representación de todas las demás Asociaciones Rocieras que existían en ese momento, por tal motivo el guarismo “1993” sigue apareciendo bordado en su reverso.




Ramón Franco.

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